
Narrativas:
Riqueza natural de Bogotá
Tiempo de lectura y escritura
Antes de escribir: libro ECO SOS - Videos .indagaciones
Los humedales y Quiba
Por Sharik Tatiana Cetina
402
Un día de diciembre, en las plantas que estaban cerca del humedal siempre habían mosquitos que se acercaban acompañados de mariposas, todas las noches los grillos cantaban y luciérnagas alumbraban. Y Todas las mañanas los copetones se acercaban, Pero un día se comenzó a secar el humedal, los mosquitos se fueron muriendo de sed, las lagartijas y los alacranes como eran muy pequeños se secaban. Las personas no se daban cuenta y los pisaban.
En el bosque de Quiba crecía un hongo rojo, donde siempre se sentaba un duende malo, Pero ese fin de año ese hongo se secó y el duende se fue. Por eso nuevamente llegaron las lluvias y el humedal se empezó a llenar, vinieron más mosquitos y los copetones cantaban de alegría y todos fueron felices por siempre
FIN
La naturaleza
Por Juan Carlos Ruiz 402
Había un niño llamado Andrés que viaja a los bosques. Un día lo llevaron a un bosque, iba a durar millones de años... pero, bueno el niño vio animales: las lagartijas, vacas y culebras. Él estaba feliz por ver tantos animales, pero lo él quería era quitar las plantas. Su papá le dijo:
- No quites las plantas
- Si papá
- Mira eso un copetón. El hijo le dijo:
- Si, papá son lindos
- Hijo vamos a una laguna. Porque acá en este bosque hay lagunas, tiguas, lagartijas, culebras, grillos y alacranes. Acá es muy bonito y lo más importante es que no hay que quitar la naturaleza, ni las plantas, hay que cuidar los árboles y los animales. No hay que matarnos. Ni a los humedales. Este lugar se llama Quiba.
La bruja come duendes
Por Marilyn Arias Baracaldo 402
Había una vez una bruja muy particular, había nacido en un humedal cerca de los copetones, Tiguas, lagartijas, culebras, grillos y alacranes entre otros. Ese humedal era de un lugar llamado Quiba.
A la mamá y el papá de la brujita les gustaba comer duendes, pero los duendes solo aparecían en invierno, y entonces les tocaba darle a su hija solo plantas. Diez años después en un año de invierno, la brujita se volvió amiga de un duende llamado Juanito. Cuando la mamá brujita lo vio de una mordida se lo comió, la brujita se puso tan molesta con su madre, pero ella no sabía que la madre no era su madre, era el duende que se hizo pasar por Juanito era juanita que la estaba buscando hace 10 años.
FIN
El bosque encantado y el duende
402
Había una vez un duende que se llamaba Carlos, el cuidaba un bosque encantado, les daba alimento a sus amiguitos animales, les echaba agua a las plantas y todos estaban contentos con el duende.
Un día llegaron unos señores malos que querían talar los árboles y el duende estaba preocupado, él no sabía qué hacer. Entonces, comenzaron a talar y talar los árboles y a botar basura. El duende pensó que podía hacer : yo iré hablar con los señores!!! Fue a hablar con ellos y le dijeron: - nosotros no sabíamos que habían animales, plantas y humedales. Ya no , vamos a talar los árboles y el duende le agradeció.
FIN
Los superhéroes la tinga y la musaraña
Daniel Alexis Gómez (301)
Había una vez una vaca, un pato y un caballo que vivían Quiba. Una mañana se fueron a pasear a los pinos y jugaron a la lleva, a treparse en los árboles y a elevar cometas. De pronto vinó un ventarrón y le cayó una carta en la cara a la vaca, la recogió, la leyó y dijo:
- Pero qué es esto!!!!- rápido colóquense sus trajes de superheroes tenemos que ir a la conejera a salvar la casa de una tinga y
una musaraña -
- vamos- dijeron los amigos de la vaca.
Fueron a salvarlos, cuando llegaron le dijo la tingua:
- Rápido por aquí. Miren nuestra casa
- Ya se que hacer, coloquemos una red con unos avisos que digan: están dañando la casa de los animales y los estanques–
dijo el pato.
E hicieron eso. Y la gente dijo:
- Ya no podremos divertirnos en el humedal.
TRES SÚPER HÉROES QUE LIMPIAN EN AMBIENTE
David Felipe Mahecha (301)
Había una vez una vaca, un pato y también un caballo que vivían Quiba. Se fueron volando hasta llegar a los pinos mientras jugaban adivinanzas, el pato vio un problema. Luego le dijo a la vaca y al caballo:
- chicos hay un problema en el humedal la conejera.
Bajaron y se dieron cuenta que había una musaraña y una Tingua y le preguntaron qué había sucedido y la Tingua les dijo:
- Nosotros estábamos jugando cogidas, a escondidas, ponchados, adivinanzas y manos. hasta que llegaron a cortar a los pobres árboles y a echar basura en el humedal.
Ahora no podemos tomar agua, ni tampoco hacer casas de
madera.
Entonces hablaron con los humanos y entendieron que no debían hacer daño al humedal. Ahora eran superhéroes: la vaca ya no se llamaba así, ahora se llama Diana., Pato, ya no se llamaba pato, ahora se llama valor y el caballo ahora se llamaba Liquini. Fin
Los investigadores
Por John Darwin Ospina (301)
Había una vez unos animales que vivían en Quiba: la vaca, el caballo y el pato. Entonces se fueron a pasear un rato y luego se detuvieron en el parque a jugar a las escondidas, trepar árboles y a volar Cometa.
Un viento muy rápido llegó, se llevó las cometas y les trajo una carta que decía: ¡¡¡ayuda por favor!!!. Entonces los las los animales se convirtieron en investigadores y se encontraron con la musaraña y la tingua y los animales sembraron árboles y recogieron la basura. Luego los hombres destruyeron nuevamente los árboles y botaron basura, por eso pusieron una cerca y sólo dejan pasar los animales y se fueron para la casa a descansar un rato. Luego se fueron al humedal la Conejera y la musaraña y la tingua los invitaron a almorzar. Fin
Los animales
Por Wendy Valencia - 501
En un bosque muy lejano vivían unos tiernos animales:
Tacha: una linda osita color café muy tierna y amigable
Mochi, un mono muy juguetón y chistoso, le encanta salir a la plaza.
Elena, la elefante un poco seria, pero muy buena persona y muy sabia.
Gabriel, un pájaro con plumas hermosas, le encanta cantar y tiene una voz melodiosa, es muy divertido, coqueto y juguetón tiene muchos amigos.
Pancha, la musaraña le encanta comer dormir y jugar con sus amigos.
Una vez estos amigos decidieron poner en marcha una aventura y fueron rumbo a Quiba. Al llegar encontraron un pequeño Humedal, sus hermosas rosas embellecen el ambiente. Era un lugar muy tranquilo. Allí se encontraron a Elena, una niña de 10 años muy linda y divertida, se presentaron y les dio comida. Se volvieron amigos comieron y jugaron entre otras cosas. Al llegar la noche Elena los dejó quedan en su casa y fueron amigos por siempre
Los animales del bosque
Por Paula Porras, 501
Había una vez muchos animales que solían reunirse para hablar de cómo cuidar el bosque. El que los gobernaba, era el elefante y el que lo ayudaba era el oso. Ellos dos siempre están juntos y se protegían unos a otros y les gustaba a reunirse en el humedal de la Cordillera y jugar a la lleva. Pero un día el rey, regreso enfermó y no había quién lo reemplazará. Entonces decidieron que el oso lo reemplazará porque él sabía cómo era la movida. Él sabía jugar solo y después El Rey Elefante falleció y todos se pusieron muy tristes. Entonces entre todos los animales decidieron que el oso iba a ser un rey y al pasar de los años todos fueron muy felices y ricos.
La historia de los cuatro animales
Por Juan David Narváez -501
Hace muchos años, 4 animales vivían en el bosque donde se escondían. Ellos se llamaban el oso Peluchín, el mono Cumba, el pajarito se llamaba balitas y el elefante Rey. A ellos les gustaba jugar a las escondidas, Peluchín, Kumba y Alitas decidieron que el rey contará:
- 1, 2, 3 contó y salió a encontrarlos.
Más adelante, en el camino se encontró un animalito chiquito que salió del humedad, entonces el Rey se asomó y le dijo – Hola, Y el chiquito le dijo – Hola.
El Rey le pregunto: - cómo te llamas,
y chiquitín le dijo: - Yo me llamo Perla y soy una Musaraña
- Quieres jugar conmigo y mis amigos, dijo el rey.
Y ella le dijo: Si claro quiero jugar contigo.
Y se fueron buscara sus amigos y vivieron felices.
La Tingua y la musaraña
Por Daniel Alexis Gómez (301)
Había una vez, en la Conejera, una tingua de pico rojo, que estaba preocupada porque botaban basura en los estanques y fue a donde un copetón para que la ayudará. La tingua le dijo al copetón:
- Que puedo hacer?
- Toma, te presto a esta musaraña, ella te puede ayudar- le respondió el copetón.
- Gracias – le dijo la tingua
Pasaron dos minutos y a la tingua se le ocurrió una idea: cogió a la musaraña, la coloco en una caña y la lanzo al estanque para que recogiera la basura. Pasaron cinco minutos y la musaraña ya había recogido todo-
- Gracias musaraña- le dijo la tingua
- De nada amiguita
La tingua le dijo:
- jugamos a las escondidas-
- será un placer – dijo la musaraña.
El humedal de la conejera
Por Gloria Estefan y Lucumi Vargas (301)
Había una vez unos animales: un caballo, un pato y una vaca que paseaban por el bosque y jugaban a las escondidas, a treparse en los árboles y a volar cometa. De pronto apareció un viento muy fuerte.
La Tingua y la musaraña vivían en una casa en el humedal la conejera y escribieron una carta que decía: auxilio, auxilio!!! Nuestra casa se está destruyendo por la basura. Cerraron la carta y la carta se voló por el viento y cayó donde estaba el caballo, el pato y la vaca.
Se fueron corriendo hacia allá, la musaraña y la Tingua se encontraron con los que habían recibido la carta y le dijeron:
- ¡Tranquilos, tranquilos los vamos a ayudar! esperen nos ponemos la capa de superhéroes y los ayudaremos.
Se pusieron las capas y la casa se iba destruyendo. Se fueron directamente donde estaba la casa pensando que podrían hacer para que no se destruyera. Decidieron recoger la basura y echarla al basurero, sin que quedara una basurita y cuando ya quedó limpio, el viento paro y todos vivieron felices para siempre.
Los investigadores
Por Miguel Ángel Martínez (301)
Había una vez un pato, una vaca, un burro y un conejo que vivían en Quiba. Un día salieron de paseo para los pinos y jugaron a las escondidas y a escalar. Estaban elevando cometa hasta que vino un viento muy fuerte y se las llevó. El viento, trajo una carta que estaba pidiendo ayuda decía: hola le pido ayuda para que vengan al humedal de la conejera, pues la musaraña dijo que se la estaba derrumbando su casa.
Llegaron a ayudarle, construyeron la casa de la Tingua grande y bonita. Los animales construyeron una red, pero las personas seguían dejando reguero. Pusieron más árboles y más gente seguía botando basura. Por eso cerraron el humedal y la gente decía: - ahora cómo vamos a disfrutar los humedales.
Entonces los hipnotizaron y nunca volvieron a botar basura. Fin
Creación oral conjunta .... muchas formas de escribir
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